Micro-discus EP v.1.0 ¡fiebre por los micros!

Siguiendo con la fiebre inciada con el micro P-38 de Cefesky (leer un poco más abajo), la posibilidad de adquirir electrónica rc de pequeño tamaño y precios igualmente minúsculos, ha permitido la proleferación de una sub-especie nasgulera, a la caza y captura de cualquier micro modelo de vuelo libre, juguete, engendro o similar que pueda ser electrificado o radiocontrolado para satisfacer sus necesidades aeromodelísticas.

Dentro del citado clan (o citada banda, según se mire), os presentamos el segundo capítulo protagonizado por Mr. Dead-stick, modificando un modelo para vuelo libre de la marca Graupner (rectifico) y de nombre mini-discus, construido en elapor.

La bella y el ... : (en-verga-dura de 55cm)

Se describe, con permiso del autor a al explicación de la modificación realizada.

Se procede al corte longotudinal (los guais le llaman bivalveado) para la obtención de dos mitades iguales del fuselaje cual butifarra catalana se tratase. Ello nos permite la instalación de dos micro servos de 3,7gr y transmisiones para el mando de dirección y profundidad.

No se dispone foto del autor del hecho, pero se aporta otra de proceso similar obtenida en internet con permiso de su autor... creo.

Se vuelve a pegar fuselaje y en cabina también se aloja micro-receptor sintetizado de cuatro canales y variador del motor. La cosa queda así:
Y la batería va entre los dos servos, la que nos ocupa una lipo 2s 400mah (rectifico otra vez). ¡Sobra!

Como ya se abrá apreciado el motor va instalado sobre un pequeño y ligero tubo de aluminio.
Se trata de un mierda brushless de cinco gramos y procedencia china. La hélice es una graupner 4x3. La incidencia del motor; a ojo.

Y poco más: Ahuecado de la cabina y montaje de transmisiones de cola. El timón de dirección lo forma un trozo de depron perfilado.

Goniko, gonikop. ¿pero vuela?
Pues con el centro de gravdedad a un tercio y según su piloto a medio gas;bastante bien. Si que es cierto que en el momento de la prueba empezó a subir el viento lo que trasnformó al mini-discus en una especie de bailarina de samba, y no paraba de moverse.
Con buen sabor de boca, el viento en aumento, y con la fórmula uno apremiando en la tele, el piloto recogió y se esperan nuevas pruebas (¡estos ferraristas!)