Adiós a Sir Arthur.

Hablamos de Arthur C. Clarke. Ingeniero, escritor y divulgador científico que ha muerto hace unas horas en Ceylan, donde vivía hace ya decadas tras abandonar su inglaterra natal.


Los adictos a la ciencia ficción le conocemos fundamentalmente por sus muchas novelas y relatos de orientación científica o, meramente, fantástica. Desde "Cita con Rama" a los "Cuentos de la taberna del ciervo blanco" ha escrito algunas de las mejores páginas del género.

Para los aficionados al cine es ineludible hablar de su participación en "2001, Una odisea del espacio". Junto a Stanley Kubrick elaboró el guión de la que muchos consideran la mejor película de ciencia-ficción de la historia. Para otros es la mejor película de la historia, a secas.


Pero como los nasguleros de pro son unos tipos tirando a técnicos me voy a referir aquí a su contribución menos popular pero mucho más importante en nuestras vidas cotidianas.

Arthur C. Clarke inventó el satélite geoestacionario.
No quiero decir que se pusiese a construir uno, ni que lo lanzara. Lo que hizó fue dar con la idea de que se podían situar satélites en ciertas órbitas en las cuales su posición resultaría fija vista desde tierra. Sugirió que un conjunto de satélites tales desplazados 120 grados uno de otro podrían dar cobertura mundial a la telecomunicaciones.

Y todo esto ¡en 1945! Hasta 1964 no se lanzó el primer satélite geoestacionario (Se utilizo para retransmitir los juegos olímpicos de Tokio)

Pues aquí tienen vds para solaz y recreo de sus mentes curiosas el documento original del artículo donde lo explica todo por primera vez:




Y se puede leer convertido a formato HTML en:
http://lakdiva.org/clarke/1945ww/1945ww_oct_305-308.html

Así que, fijénse que cosas, esto del Astra y el Hispasat ya se lo había imaginado hace más de medio siglo un ingeniero visionario que luego nos llevaría más alla de las estrellas.

Y otro día hablamos de Kubrick.