...y cuando sopla poniente!

Es domingo, día de vuelo. El cielo está encapotado a las 07:30, ...hmmm, esto no pinta bien. Una rápida consulta a la meteo web de Santa Pola lo confirma: sopla un poniente duro y racheado, por lo que ya nos podemos olvidar de volar en el KRA, y tampoco en las laderas habituales (Serra Grossa y faro de Sta. Pola).

El viento soplaba a 20 kilómetros por hora a las 10:00 y alcanzó máximos de 40-50 kilómetros hora a las 13:00. ¡Grrrrr! Había que buscar una alternativa; Eric la tenía: cometas.

En la playa de San Juan, vacía de madrileños a estas alturas del año, se pueden volar cometas en días de mucho viento, así que hacia allá nos dirigimos el Cefesky, Dead_Stick (a.k.a. Eric) y yo mismo.

Si, ya, no son aviones, ...pero con viento fuerte molan.

Aunque las cometas no son la única razón por la que Eric y Cefesky les gusta ir a la playa...

...como demuestra la ampliación hecha a la foto anterior.

Ya en la playa se descubrió un pequeño problema: como al Eric le gusta remojar la punta de sus cometas en el mar, un tubo metálico que une dos varillas de una de las cometas (la de tracción) se ha llenado de salitre y la varilla se ha partido. Resultado: solo una cometa para compartir entre los tres. ¡Qué se le va a hacer!

El primer vuelo corrió a cargo de Eric, con Cefesky ayudando al despegue (según Eric: "Sacre Blé, este modeló de cometá es un poco cabróng para despegaj").

Un vez que cogía la altura, la cosa ...no mejoraba... ...no... ...si bien el viento era fuerte, entre racha y racha se cortaba mucho el rollito. Además había cantidad de rotores que hacían difícil mantener en vuelo el cachirulo.

Aún así: "si hay que saneá se sanea", y como dicen los nasgulitos: "si hay que volar, se vuela". Por lo que la cometa paso al siguiente piloto, Cefesky.

El viento seguía racheado, pegando fuertes tirones de la cometa, ...pero fuertes, fuertes, ...con los rotores jodiendo al marrana.

Entre fuertes tirones a los mandos, transcurría el vuelo de Cefesky hasta que ¡ZAAAAAS! Estalló una de las varillas de carbono, desmochándose totalmente.

Con ese incidente se terminó la mañana de vuelo, ...lo peor: que la cometa no llego a su último turno de vuelo, ¡el mio! Grrrrrr!

Esperemos que el próximo finde el viento de poniente se vaya a romper maxi-veleros al Cabo de Hornos o al de Buena Esperanza y que nos deje a nosotros volar tranquilos.